Priego de Córdoba, joya barroca de fuentes y manantiales

La entrada en Priego viene precedida por los maravillosos paisajes que la rodean, señalando de esta forma el Pico de la Tiñosa, máxima altitud de la provincia y por tanto del Parque Natural de las Sierras Subbéticas. Aunque Priego es llamada «capital del Barroco Cordobés», nadie puede negar sus orígenes musulmanes, quedando claros testimonios en su Castillo, su barrio de la Villa y Adarve. Callejear por tanto por estos lugares nos permitirá respirar aromas medievales.

Ejemplos del barroco en esta ciudad serán la iglesia parroquial de la Asunción, de origen gótico mudéjar que tiene en su sagrario, obra de Pedrajas, uno de los máximos exponentes del barroco.

Destacamos a su vez, la iglesia de la Aurora y la de San Francisco, templo que en su interior guarda la venerada imagen de Jesús Nazareno, gran protagonista de la Semana Santa prieguense. A su vez, señalamos las iglesias barrocas de las Mercedes y las Angustias. Otros templos de interés son San Pedro y el Carmen.

En arquitectura civil sobresale la Fuente del Rey, compuesta por tres estanques y con la imagen de Neptuno rodeada de 139 caños; junto a ella encontramos la Fuente de la Salud.

Y es que Priego es un continuo fluir de fuentes y manantiales. En esta parcela arquitectónica señalamos las diversas casas y palacetes señoriales que engalanan las calles céntricas, como la calle Río y la Carrera de Alvarez.

La arquitectura popular llega a su máxima expresión con el Barrio de la Villa, armonioso cuadro de cal y flores de encantadora plasticidad.

La ciudad cuenta con la oferta cultural además, de su Museo Arqueológico, las exposiciones continuas ubicadas en las Carnicerías Reales -antigua lonja del siglo XVI de estilo manierista-, así como el Museo-casa natal de Niceto Alcalá-Zamora (presidente de la II República Española).